Las mujeres son por esencia propia sexys y admirar su belleza es parte de la vida de todo hombre. Como lo es también, para la mayoría, disfrutar viendo un hermoso automóvil. Y proyectando eso a las cuatro ruedas, vemos que también pueden ser los autos altamente sensuales. De hecho muchos diseñadores buscan exprimir esa llamita sexy y conquistar el corazón de sus amantes. Por tanto, a un auto hermoso, como a una mujer, lo admiras; a uno sexy lo deseas. Te presentamos entonces los diez autos más sexys de todos los tiempos. No son necesariamente los más hermosos de su estirpe pero harán que tu corazón se agite y tu sangre bulla. Que lo disfruten y como siempre ¿dígannos cuál es su favorito?
Alfa Romeo 8C Competizione
El solo nombre Alfa Romeo ya es música para los oídos. Este legendario fabricante italiano celebró su centésimo aniversario en junio, un siglo rico en hazañas deportivas y bellas máquinas, ninguna más que la 8C Competizione. Sus hermosas líneas se inspiran en los autos de competición de Alfa de los años '30 y '40 y fue bautizada así en honor al 8C que ganó las 24 horas de Le Mans cuatro años seguidos (de 1931 a 1934). El 8C Competizione fue presentado como prototipo en el Frankfurt Motor Show de 2003. Solo se produjeron 500 unidades que fueron rápidamente vendidas a $ 225.000 cada una. La cupé 8C tiene carrocería de fibra de carbono y es propulsada por un motor V8 de 4.7 litros y 450 caballos con transmisión automática de seis velocidades.
Aston Martin V12 Vanquish
El Vanquish es la más exquisita iteración de la magnifica pieza presentada como Aston Martin DB7 a principios de los '90. Ambos vehículos fueron dibujados por Ian Callum, actualmente jefe de diseño de Jaguar. El Vanquish fue el estandarte de Aston Martin entre 2001 y 2007. El V12 DBS, que lo reemplazó, es espectacular por propio derecho aunque no conserva la misma atracción felina. El Vanquish está equipado con un motor V12 de 6.0 litros y 460 caballos con caja de seis velocidades con embrague automático (El S sube la apuesta hasta los 520 caballos). Sus paneles de aluminio -- terminados a mano -- fueron montados con gran precisión sobre una estructura monocasco que combina piezas extruidas en aluminio y el túnel para la transmisión en fibra de carbono.
1957 Cadillac Eldorado Brougham
Su cola con aletas es su emblema definitivo, propio de los autos estadounidenses de los fabulosos años ´50. Fue utilizada libremente, a veces en exceso, pero nunca con más gracia que sobre el Cadillac Eldorado Brougham 1957. Verlo rodar desde detrás, calle abajo, es como observar a Shakira meneando sus caderas sobre el escenario, salvo porque la cola del Cadillac está envuelta en cromados. Este Cadillac es el primero con techo rígido y cuatro puertas: las traseras, peligrosamente de apertura inversa. Mide 18 pies de largo y pesa más de 5300 libras. El motor V8 de 6.0 litros y 185 caballos es una necesidad para semejante peso. El Brougham era en gran medida hecho a mano y se vendía en aquellos tiempos a $ 13.074, más que un Rolls-Royce Silver Cloud. El Brougham tiene rasgos únicos, entre ellos techo de acero inoxidable, suspensión de aire y los primeros asientos eléctricos con memoria de la industria.
De Tomaso Mangusta
Alejandro de Tomaso, un fogoso y ambicioso argentino, introdujo a Ferrari y a Lamborghini al negocio de los autos deportivos exóticos. El Mangusta sigue viéndose sensacional a más de cuatro décadas de su debut en 1967 aunque no es de ningún modo perfecto. Este súper auto muy bajo, con el motor ubicado detrás del conductor y delante de las ruedas traseras, tiene características de manejo complicadas y es cualquier cosa menos un parangón de confort, docilidad y confiabilidad. Se dice que fue denominado así en honor a un predador de serpientes, la mangosta, cuando los motores prometidos por Ford recayeron en cambio en los Shelby Cobra; el Mangusta, no obstante, fue equipado con un V8 de la marca del óvalo. Solo se fabricaron 400, la mitad de ellos vendidos en los EE.UU. y poco más de un tercio sigue dando vueltas. Un Mangusta 1969 color plata oscuro hizo una aparición en la película Kill Bill 2 de Quentin Tarantino como el vehículo preferido de Mr. Bill.
Ferrari 250 GTO
Larga, baja e inclinada, la 250 GTO es una de las más extrañas Ferrari en la historia de 63 años del legendario fabricante italiano. Solo se fabricaron 36 unidades con el fin de obtener homologación para correr carreras o para su aprobación como GT en la Copa Mundial de Constructores, de allí su abreviatura "Gran Turismo Omologato". La GTO ganó consecutivamente este título entre 1962 y 1964. Está equipada con un V12 de 3.0 litros que desarrolla 300 caballos, pero pesa menos de 2400 libras, por debajo de un Mazda Miata. En su época, la Ferrari GTO era el auto de gran turismo por excelencia; podía ganar carreras del más alto nivel y aun así circular por las calles. Su interior es espartano pero se le perdona por el bramido de su motor V12. A principios de los '60 podías comprar una GTO nueva por $ 18.000, aunque ya en 2008 un coleccionista pagó $ 42 millones por un modelo 1962 en impecable estado.
Jaguar XKSS
Mientras que el Jaguar E-Type concentra la verdadera esencia de la belleza y la elegancia de un automóvil, el XKSS es energía en bruto aplicada a las ruedas. Solo se fabricaron 16 unidades de la que es básicamente una versión de calle del sublime D-Type que ganó las 24 horas de Le Mans entre 1955 y 1957. El XKSS cuenta con los mismos abultados guardabarros del D-Type, no así el gran alerón vertical que llevaba detrás de la cabina de manejo. Jaguar le agregó una segunda butaca y una puerta, un parabrisas y un techo plegadizo. El XKSS está propulsado por un motor de seis cilindros en línea de 3.4 litros y 250 caballos, suficiente para alcanzar una velocidad máxima de 150 mph. Se dice que el actor Steve McQueen adquirió un XKSS por apenas $ 5.000 en 1959, lo vendió una década después y lo volvió a comprar a los pocos años. El auto vale hoy millones.
Lamborghini Miura
Hacia 1966 el montaje al medio del motor se había convertido en norma en la Fórmula Uno, dominaba en Indianápolis y ayudaba a Ford a vencer a Ferrari en Le Mans. Ese año también se vio al recién llegado fabricante italiano Lamborghini lanzar el primer auto deportivo exótico con motor al medio. El Miura fue presentado por primera vez en el Geneva Motor Show con motor V12 de 3.9 litros y 350 caballos montado transversalmente detrás de la cabina y un estupendo trabajo en la carrocería del diseñador italiano Marcello Gandini. Fue bautizado así por un famoso toro de lidia español, una costumbre que Lamborghini transformó en tradición. La carrocería increíblemente baja, larga y ancha del Miura, apoyada sobre grandes cubiertas con llantas de aleación es la pauta a seguir para un súper auto moderno. Sus aerodinámicas líneas tienen una suntuosa elegancia que podrían perderse en el siguiente famoso diseño de Gandini para Lamborghini, el símil avión de combate Countach.
Mercedes-Benz SSK
Este roadster alemán, nacido para correr en los primeros años de la década del ´30, no tendrá la elegancia acechante de un Bugatti Type 57 Atlantic, pero es todo belleza primitiva en su austera carrocería, sus ruedas con rayos, sus grandes faros, su pequeño parabrisas y sus tres grandes escapes emergiendo por el flanco de su largo y estrecho capó. El SSK personifica la esencia de un auto deportivo clásico y estuvo entre los mejores y más rápidos de su tiempo cuando se equipaban las versiones top con un sobrealimentado de 6 cilindros en línea de 7.1 litros y 250 caballos. Derivado del modelo Super Sport, cuenta con una distancia entre ejes 18 pulgadas menor para lograr mayor agilidad. Esto explica el sentido de la "K": "kurtz" en alemán significa corto. El SSK fue el último auto diseñado por Ferdinand Porsche para Mercedes-Benz: se fabricaron menos de 40 unidades.
Porsche 911 Turbo
La familia Porsche 911 de autos deportivos es la más fabulosa nunca vista y el Turbo es el hijo más alocado. El primer 911 Turbo fue lanzado en 1974 en medio de la primera crisis del petróleo. Está equipado con un motor bóxer turboalimentado de 3.0 litros y seis cilindros, que desarrolla 260 caballos, refrigerado a aire y montado en la parte trasera. El Turbo se hizo famoso por sus amplios guardabarros traseros y un gran alerón rápidamente apodado "cola de ballena". La cilindrada y su potencia crecieron con los años, culminando con el raro Turbo 3.6S de 1993, el último y más potente de los turbo con tracción trasera con motor de 3.6 litros y 380 caballos de potencia. El manejo notoriamente nervioso del Turbo fue suavizado en gran medida gracias a la tracción en las cuatro ruedas del modelo 993 de 1995. El nuevo 911 Turbo es tanto elegante como rápido con su motor de 3.8 litros y 500 caballos refrigerado con agua.
Shelby Cobra 427 Roadster
A principios de los 60, un alto y desgarbado tejano llamado Caroll Shelby se propuso batir a Ferrari al máximo nivel de las carreras de autos deportivos colocando un Ford V8 bajo el capó de un roadster clásico de origen británico. Así nació el AC Cobra. Para 1965, con las espaldas de Ford, el team Shelby ganó la copa de fabricantes de la FIA con la versión optimizada de este roadster, el Cobra Daytona Coupe. El Cobra original de guardabarros estrechos, equipado con el motor 289 de 4.7 litros, fue sucedido por el legendario Cobra 427 Roadster con sus radicalmente abultados guardabarros y un motor V8 de 7.0 litros. Más raros y más cotizados son los modelos S/C (Por semi competición), autos de carrera apenas menos equipados, de los cuales se construyeron oficialmente solo 31 unidades. El Cobra roadster fue, entonces, una bestia como auto y nada equiparó su potencia bruta y su apariencia salvaje
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