Estudios psicológicos sugieren que hay un montón de maneras de motivar a la gente a hacer lo que quieras sin que se den cuenta de que los has convencido. Business Insider publica varias estrategias para caer bien a los demás, hacerles comprar lo que vendes o que te den lo que estás buscando. Estos trucos te harán sentir más poderoso.
1. Imita el lenguaje corporal de tu interlocutor
La próxima vez que estés tratando de impresionar a un director de recursos humanos o al objeto de tu afecto, trata sutilmente de imitar su manera de sentarse y hablar. Los científicos lo llaman el 'efecto camaleón': nos suelen gustar de manera inconsciente los que imitan nuestras posturas, gestos y expresiones faciales.
2. Confunde a tu interlocutor
En un experimento, unos agentes comerciales trataban de vender postales con fines filantrópicos llamando a las puertas de casas particulares. Ganaron el doble de dinero diciendo que el precio era de 300 peniques por ocho tarjetas que vendiendo ocho tarjetas por los mismos tres dólares. La gente lo percibía como una ganga y compraba más sin tener tiempo ni ganas de averiguar a qué equivalen 300 peniques.
3. Pide favores cuando la gente esté cansada
Una mente alerta puede expresar algunas dudas acerca de una petición. Sin embargo, alguien que está cansado o distraído será menos crítico y aceptará lo que dices como cierto. Por eso, si quieres pedir a un compañero de trabajo ayuda con un proyecto, lo mejor es decírselo al final de la jornada laboral.
Estudios psicológicos sugieren que hay un montón de maneras de motivar a la gente a hacer lo que quieras sin que se den cuenta de que los has convencido. Business Insider publica varias estrategias para caer bien a los demás, hacerles comprar lo que vendes o que te den lo que estás buscando. Estos trucos te harán sentir más poderoso.
1. Imita el lenguaje corporal de tu interlocutor
La próxima vez que estés tratando de impresionar a un director de recursos humanos o al objeto de tu afecto, trata sutilmente de imitar su manera de sentarse y hablar. Los científicos lo llaman el 'efecto camaleón': nos suelen gustar de manera inconsciente los que imitan nuestras posturas, gestos y expresiones faciales.
2. Confunde a tu interlocutor
En un experimento, unos agentes comerciales trataban de vender postales con fines filantrópicos llamando a las puertas de casas particulares. Ganaron el doble de dinero diciendo que el precio era de 300 peniques por ocho tarjetas que vendiendo ocho tarjetas por los mismos tres dólares. La gente lo percibía como una ganga y compraba más sin tener tiempo ni ganas de averiguar a qué equivalen 300 peniques.
3. Pide favores cuando la gente esté cansada
Una mente alerta puede expresar algunas dudas acerca de una petición. Sin embargo, alguien que está cansado o distraído será menos crítico y aceptará lo que dices como cierto. Por eso, si quieres pedir a un compañero de trabajo ayuda con un proyecto, lo mejor es decírselo al final de la jornada laboral.
4. Coloca la imagen de unos ojos para que la gente se comporte éticamente
Los ojos suelen indicar el escrutinio social. Por eso las personas son más propensas a recoger su basura en una cafetería al ver una imagen de los ojos en la pared.
5. Utiliza sustantivos en lugar de verbos
A los participantes de un estudio se les hicieron dos versiones de la misma pregunta: "¿Cuán importante es para usted votar en las elecciones de mañana?" y "¿Qué importancia tiene para usted ser un votante en las elecciones de mañana?". Después de la segunda pregunta, los participantes eran más proclives a votar, probablemente impulsados por la necesidad de pertenecer a un grupo específico, en esto caso, los votantes.
6. Toca a tu interlocutor suavemente
Clientes de librerías que fueron recibidos con un ligero toque en su brazo pasaron más tiempo en la tienda y compraron más artículos que los que fueron recibidos sin ser tocados, según reveló un estudio. Otras investigaciones sugieren que los hombres que tocan ligeramente el brazo de las mujeres al ligar tienen más probabilidades de obtener su número de teléfono.
7. Asegúrales que pueden no cumplir con tu petición
Puede sonar contradictorio, pero recordando a la gente que tiene la opción de no hacer lo que tú quieres, con frecuencia puede motivarles a hacer precisamente eso. Las palabras exactas no importan. Se puede decir algo tan simple como "pero, obviamente, no te sientas obligado".