El complejo areola-pezón (CAP) se encuentra entre la 4ª y 5ª costilla en mamas no ptósicas (no caídas), lateral a la línea medioclavicular. La distancia ideal entre el pezón y la horquilla esternal se sitúa entre 19 y 21 cm, aunque puede variar en función de la constitución de la mujer. Esta medida es similar al segmento que une la línea medio clavicular con el pezón. Cifras incrementadas en estas medidas pueden indicar que el pecho está ptósico (caído). Otras medidas importantes se encuentran entre el surco submamario y el pezón (situado en 5-6 cm) y del pezón a la línea media (entre 9 y 11 cm).
El diámetro areolar suele situarse en torno a los 4-5 cm, y en el centro se sitúa el pezón, con una proyección de 1 cm y un diámetro de unos 5 mm. La horquilla esternal y los pezones deben formar un triángulo equilátero.
PRENATAL:
El desarrollo embriológico de la mama comienza a partir de la 4ª-6ª semana de gestación a través de tejido ectodérmico a lo largo de la línea láctea, que se extenderá desde la axila hasta la ingle.
A partir de la 6ª-10ª semana, esta línea desaparece a excepción de la porción situada en el 4º espacio intercostal, lugar donde se desarrollará la glándula mamaria. En caso que no desaparezca alguna de las porciones, podrá desarrollar alguna de las alteraciones hiperplásicas que veremos en el aparatado de Alteraciones Congénitas. El remanente del 4º espacio proliferará hasta formar el brote mamario primario, el cual crecerá hacia la dermis.
En las semanas de la 10ª a la 12ª, el brote primario desarrollará ramificaciones que formarán los brotes mamarios secundarios.
A partir de la semana 20 estos brotes continuarán creciendo y ramificándose, agrupándose en 15-20 cordones epiteliales por cada mama. En este momento también se desarrollan de manera simultánea los conductos galactóforos y la areola.
El tronco se desarrolla de la unión de las crestas neurales del ectodermo con la placa lateral de la cresta neural. El dermomiotomo desarrollará la musculatura y el esclerotomo el esqueleto.
POSTNATAL:
Tras el nacimiento el pezón aparece rápidamente y el aspecto es el mismo en ambos sexos. La caída de los niveles de estrógeno materno estimula la producción de prolactina en el bebé lo que induce un aumento del pecho en un 70% de los recién nacidos que regresará de manera espontánea en pocas semanas.
Hasta la pubertad, el estroma del pecho y el tejido glandular aumentarán lentamente en proporción con el tamaño del cuerpo, pero sin desarrollo lobulillar. Dos capas de células epiteliales formarán las células ductales y alveolares.
PUBERTAD:
El crecimiento del pecho comienza con la telarquia, que precede en un año al inicio de la pubertad. La telarquia se define como el inicio del desarrollo del pecho, y suele darse entre los 8 y 13 años. A partir de este momento ocurre un rápido crecimiento de la mama ocasionado principalmente por depósito de grasa, y desarrollándose así el tejido conectivo periductal. El aumento de estrógenos y prolactina provoca el crecimiento estromal y ductal, mientras que la progresterona provoca el desarrollo alveolar y lobulillar.
El crecimiento de la mama progresará desde el estadío I al V como describió Tanner y es generalmente completo a los 16-18 años.
MADUREZ Y ENVEJECIMIENTO:
Al pasar los años, la mama envejece al igual que el resto del cuerpo. Este envejecimiento se ve incrementado por los cambios ocasionados por las hormonas del embarazo y la menopausia. La pérdida de fibras elásticas de la piel, que se estira y adelgaza, junto con la distensibilidad del ligamento de Cooper, provoca el descenso de la glándula sometida al efecto continuo de la gravedad. Todo ello provoca la caída de la mama así la pérdida de su forma y aspecto juvenil, resultando en un pecho poco estético. La caída de la mama recibe el nombre de ptosis mamaria, y se suele identificar cuando el complejo areola pezón se encuentra a más de 21 cm de la horquilla esternal.
La ptosis mamaria fue clasificada por Regnault en diferentes grados en función de la situación del complejo areola-pezón (CAP) respecto al surco submamario:
-Grado I: CAP a nivel del surco submamario.
-Grado II: CAP debajo del surco submamario.
-Grado III: CAP debajo del surco submamario con pezón mirando hacia abajo.
Estas alteraciones pueden ser revertidas mediante una mastopexia, cirugía que consiste en la elevación de la mama, y que persigue la recolocación y rejuvenecimiento de la mama
PRENATAL:
El desarrollo embriológico de la mama comienza a partir de la 4ª-6ª semana de gestación a través de tejido ectodérmico a lo largo de la línea láctea, que se extenderá desde la axila hasta la ingle.
A partir de la 6ª-10ª semana, esta línea desaparece a excepción de la porción situada en el 4º espacio intercostal, lugar donde se desarrollará la glándula mamaria. En caso que no desaparezca alguna de las porciones, podrá desarrollar alguna de las alteraciones hiperplásicas que veremos en el aparatado de Alteraciones Congénitas. El remanente del 4º espacio proliferará hasta formar el brote mamario primario, el cual crecerá hacia la dermis.
En las semanas de la 10ª a la 12ª, el brote primario desarrollará ramificaciones que formarán los brotes mamarios secundarios.
A partir de la semana 20 estos brotes continuarán creciendo y ramificándose, agrupándose en 15-20 cordones epiteliales por cada mama. En este momento también se desarrollan de manera simultánea los conductos galactóforos y la areola.
El tronco se desarrolla de la unión de las crestas neurales del ectodermo con la placa lateral de la cresta neural. El dermomiotomo desarrollará la musculatura y el esclerotomo el esqueleto.
POSTNATAL:
Tras el nacimiento el pezón aparece rápidamente y el aspecto es el mismo en ambos sexos. La caída de los niveles de estrógeno materno estimula la producción de prolactina en el bebé lo que induce un aumento del pecho en un 70% de los recién nacidos que regresará de manera espontánea en pocas semanas.
Hasta la pubertad, el estroma del pecho y el tejido glandular aumentarán lentamente en proporción con el tamaño del cuerpo, pero sin desarrollo lobulillar. Dos capas de células epiteliales formarán las células ductales y alveolares.
PUBERTAD:
El crecimiento del pecho comienza con la telarquia, que precede en un año al inicio de la pubertad. La telarquia se define como el inicio del desarrollo del pecho, y suele darse entre los 8 y 13 años. A partir de este momento ocurre un rápido crecimiento de la mama ocasionado principalmente por depósito de grasa, y desarrollándose así el tejido conectivo periductal. El aumento de estrógenos y prolactina provoca el crecimiento estromal y ductal, mientras que la progresterona provoca el desarrollo alveolar y lobulillar.
El crecimiento de la mama progresará desde el estadío I al V como describió Tanner y es generalmente completo a los 16-18 años.
MADUREZ Y ENVEJECIMIENTO:
Al pasar los años, la mama envejece al igual que el resto del cuerpo. Este envejecimiento se ve incrementado por los cambios ocasionados por las hormonas del embarazo y la menopausia. La pérdida de fibras elásticas de la piel, que se estira y adelgaza, junto con la distensibilidad del ligamento de Cooper, provoca el descenso de la glándula sometida al efecto continuo de la gravedad. Todo ello provoca la caída de la mama así la pérdida de su forma y aspecto juvenil, resultando en un pecho poco estético. La caída de la mama recibe el nombre de ptosis mamaria, y se suele identificar cuando el complejo areola pezón se encuentra a más de 21 cm de la horquilla esternal.
La ptosis mamaria fue clasificada por Regnault en diferentes grados en función de la situación del complejo areola-pezón (CAP) respecto al surco submamario:
-Grado I: CAP a nivel del surco submamario.
-Grado II: CAP debajo del surco submamario.
-Grado III: CAP debajo del surco submamario con pezón mirando hacia abajo.
Estas alteraciones pueden ser revertidas mediante una mastopexia, cirugía que consiste en la elevación de la mama, y que persigue la recolocación y rejuvenecimiento de la mama