miércoles, 2 de noviembre de 2022

Préstamo - Crédito Tasa de interés

 

El anuncio de una tasa de interés aparentemente baja no es suficiente razón para aceptar un crédito. Existen dos metodologías para cobrar intereses. Aprende la diferencia y elije lo más inteligente.


Al momento de pedir un préstamo, una tasa de interés relativamente baja en un anuncio puede llamar la atención de quien solicita el crédito. Pero el número que exhiben los prestamistas puede ser engañoso si no se pone atención a la metodología que usa la entidad financiera que otorga el préstamo, para el cálculo de intereses.

 

De acuerdo con el Banco de México, existen dos metodologías principales: intereses sobre saldos insolutos e intereses globales. Aquí se explica en qué consiste cada uno, cuáles son las diferencias y, finalmente, cómo saber cuál te conviene.

 

Intereses sobre saldos insolutos

 

Se calculan cada periodo sobre el saldo decreciente no pagado del principal. El pago periódico incluye tanto el desembolso de los intereses del plazo como una porción creciente para pago del principal.

 

Ejemplo:

 

Una persona pide un préstamo personal de 10,000 pesos, diferido a 13 pagos semanales, con una tasa anual de 42% anual (sin impuestos) y con una comisión de 200 pesos. Si los intereses son sobre saldos insolutos, se establecerían 13 pagos de 813.42 pesos semanales. En este ejemplo, al final, el acreditado terminará pagando 10,774.48 en total, con los 10,000 de capital incluidos.

 

¿Por qué? De acuerdo con el Banco de México, con estas condiciones la tasa de interés real sería de 57.4% al año.

 

Esto quiere decir que en el primer pago semanal, el acreditado pagaría 1.1% de intereses sobre los 10,000 originales, porque es el resultado de dividir la tasa de interés real entre el número de semanas que tiene el año.

 

Así pues, en el pago número uno el acreditado pagará 80.77 pesos de intereses y 732.65 pesos de abono al capital.

 

Interés global

 

Según el Banco de México, se calculan sobre la cantidad total del principal al inicio del crédito y durante su vigencia, vigencia, sin considerar la reducción del saldo del principal en cada periodo. Existen dos modalidades:

 

Sin capitalización de intereses. Los intereses no se suman al monto inicial del principal del crédito. Para determinar el pago periódico se divide el capital y los intereses entre el número de pagos. Cada pago incluye una parte constante tanto de principal como de intereses.

 

Con capitalización de intereses. Los intereses se adicionan o capitalizan al monto del principal al inicio del crédito y se consideran parte de éste. Los pagos periódicos se determinan dividiendo esta suma entre el número de pagos a realizar. Al efectuar pagos anticipados se pagan intereses que aún no se han devengado.

 

Ejemplo:

 

SI se pone el mismo ejemplo anterior de un crédito de 10,000 pesos con una tasa promocional de 42% de interés en 13 pagos semanales y una comisión de 200 pesos. Pero bajo el esquema de intereses globales, el prestamista cobrará al deudor un saldo original de 11,050 pesos que, más los intereses, harán pagar al final 11,250 pesos. ¿Por qué?

 

Porque bajo esta metodología el prestamista divide la tasa anual de 42% entre 52 semanas y el resultado lo multiplica por el plazo de 13 semanas. Al final, para el prestamista la tasa a cobrar es de 10.5% sobre los 10,000 iniciales, igual a 11,050 pesos que, divididos entre 13 resultan en pagos semanales de 850 pesos, más el interés.

 

Importante conocer el Costo Anual Total (CAT)

 

Es necesario que a la hora de pedir un préstamo, se pida el Costo Anual Total, en el que se incluyen comisiones, la tasa real de interés y los costos asociados al crédito. En estos ejemplos del Banco de México, bajo el esquema de intereses sobre saldos insolutos, hay un CAT de 77.1% anual; mientras que con el esquema de interés global se paga un CAT de 147% anual.

 

Para conocer los detalles de este ejemplo, puedes consultar la nota informativa del Banco de México aquí. Ojo, supuestamente, la práctica de intereses globales no está permitida, pero aún hay entidades que la pueden utilizar. Saca tus cuentas.

sábado, 17 de septiembre de 2022

Emojis, lo que debes saber

Los emojis han adquirido gran popularidad en los últimos años gracias a las modernas aplicaciones para dispositivos móviles. Su popularidad es tanta que se los confunde con los emoticones, pero tienen una historia de aparición distinta y un uso también diferente. Conoce más sobre los emoji y  cómo han influido en nuestra forma de comunicarnos, desde un simple chat hasta las estrategias de las agencias de marketing digital.

Breve historia de los emojis

A diferencia de los emoticons o emoticones, que empezaron a aparecer a mediados de 1982, los emojis surgieron en los años 90, y en contraste con los ideogramas con los que siempre se los confunde, tienen origen japonés.

 

Al tener origen japonés, formaban parte importante para las conversaciones por texto en este idioma, ya que permitían evitar confusiones al comunicarse. Los emojis eran pues imágenes reales que servían de extensiones de las letras de un idioma no occidental.

 

Con el tiempo, los emoji se incorporaron a Unicode, lo que permitió su popularización en dispositivos de otros idiomas, para de esa forma utilizarlos tal cual hoy los conocemos.

 

Tipos de emojis

Según la historia de los emojis, el primer emoji que se creó fue el de un corazón. Cuando se vio la necesidad de crear más emojis, los que siguieron fueron 176 emojis distintos en el que predominaban las figuras de caras en las cuales se manifestaban diferentes sentimientos que servían de complementos para entender el significado de los mensajes que se enviaban en japonés.

 

Hoy en día la variedad de emojis es impresionante y varían según la app que los use e incluso según el sistema operativo, por lo que hay emojis para IOS, emojis para Android, para Windows, etc.

 

Los emojis actualmente también pueden clasificarse en grupos, por lo que existen emojis humanos, de comidas y bebidas, de celebraciones, de lugares, países, animales, etc.

 

Además, también es posible encontrar emojis que pueden cambiar su color de piel.

Emojis, primos de los emoticons

Es fácil confundir a los emoji con los emoticons. Es más, no es de extrañar que oigas a más de una persona llamar emoticons a un emoji, ya que estas imágenes son bastante parecidas.

 

No obstante, se diferencian en que los emoticones, que aparecieron primero, son un conjunto de caracteres, mientras que los emojis surgieron como símbolos, es decir imágenes de 12×12 píxeles que se incluían y siguen incluyendo en las conversaciones o chats en la red para aportar valor a lo que se quiere comunicar.

Tal es el uso de los emojis en el mundo, que ya esxiste una web en la que se registra en tiempo real cada vez que alguine, en algún lugar del mundo, usa cualquier emoji. Ver en emojitracker el movimiento de estos símbolos como arte de nuestra comunicación es sencillamente asombroso.

emojis tiempo real

Ahora que sabes más sobre los emojis y conoces la diferencia y su influencia en la manera de comunicarnos, utilízalos más seguido y por qué no, inclúyelos en tu estrategia de marketing, como ya lo hacen las grandes corporaciones y algunas agencias digitales como Webtilia.

 



jueves, 21 de julio de 2022

Tips y Secretos que debes APRENDER para que SEAS MILLONARIO




Aprender cómo ser millonario no tiene que ser un misterio. Lo primero es aclarar que es una cuestión de hábitos, y no de magia o fórmulas secretas.


La única manera de cambiar tu situación actual es actuando diferente. Si no te sientes a gusto con tu presente, actúa diferente y tu futuro cambiará. No hay otra manera.

Si quieres alcanzar tu libertad financiera debes cambiar tu estilo de vida, tener la mentalidad indicada y tomar los consejos que se listan a continuación.

Algunos de estos hábitos son fáciles, otros difíciles de implementar que pueden tomarte tiempo.

Lo importante es que los vuelvas parte de tu rutina para que comiences a ver cómo tu vida y tu finanzas personales mejoran, y la pregunta de cómo ser millonario encuentra su respuesta.



1. Enfócate en incrementar tus ingresos:



Si quieres aprender cómo ser millonario lo primero es dejar de pensar que evitando comprar cafés de 3 dólares lo vas a lograr.


De nada sirve una mentalidad ahorradora si no te enfocas en incrementar tus ingresos.


Si actualmente tienes unos ingresos de 1.000 dólares, ¿qué puedes hacer para llevarlos a 3.000? Aquí tienes ideas para ganar dinero en tu tiempo libre.



2. Aprender cómo ser millonario no se trata de apariencias:



¿Estás dispuesto a olvidarte de los lujos y las apariencias para lograr conseguir tus metas financieras? Muchas personas no ven la hora de ganar 5, 10 o 20 mil dólares mensuales para darse la vida de sus sueños.


El problema con esto es que nunca invierten, así que el dinero que ingresa sale en la misma proporción en gastos innecesarios que no te ayudan a responder la pregunta: ¿Cómo hacerse rico?


Bien dice Thomas Stanley en su libro El Millonario de la puerta de al lado, que “La mayoría de la gente tiene una idea errónea de cómo ser millonario. Los auténticos millonarios rechazan llevar el estilo de vida de gran consumo que la mayoría asociamos a la gente rica”



3. Ahorrar solo es el primer paso de la fórmula de la riqueza:



¿Qué haces con los ahorros que tienes, con las monedas y billetes que guardas, o con el dinero que separas en tu cuenta bancaria?


De nada sirve aprender cómo ahorrar dinero y privarte de gastos, si no estás haciendo algo productivo con este dinero, o si peor aún, simplemente lo estás postergando para comprar algo en el futuro.


Para ser millonario deberás invertir tus ahorros, definir una estrategia, tener un horizonte de tiempo, conocer tu nivel de tolerancia al riesgo y establecer unos objetivos financieros.



4. Endéudate para generar riqueza, no para mantener tu estilo de vida



No rechaces propuestas de inversión o posibles negocios que sientes que pueden ser rentables por tu falta de capital. Endéudate.


Es muy diferente obtener una deuda para invertir, la cual te generará unos ingresos, que adquirir deudas para mantener tu estilo de vida a 36 cuotas.


La clave en cómo ser millonario no radica en evitar las deudas, sino apalancarte en aquellas que incrementarán tus flujos de ingreso.


Ahora bien, si te encuentras en problemas financieros actualmente debido a las deudas que tienes, con esta guía explica, cómo salir de deudas fácilmente.



5. Establece qué tanto quieres ser millonario



Si tu objetivo número uno es ser millonario, y lo conviertes en una prioridad, las demás cosas en tu vida ocuparán un puesto secundario y le estarás enviando un mensaje al universo muy claro de lo que quieres lograr.


Si es tu prioridad, cada día te preguntarás qué puedes hacer para acercarte a tu meta; tendrás en tu celular una nota llena de ideas acerca de cómo hacerse rico, asistirás a cursos, leerás libros de finanzas recomendados, y te rodearás de personas que ya lo han logrado



6. Invierte tu dinero, tu tiempo y en personas que te ayuden a ser millonario



A diferencia tuya, el dinero no necesita descansar, ni vacaciones o días feriados.


Si no trabajas, no te esfuerzas y no entregas ese “extra” que se requiere para diferenciarse del promedio, jamás serás millonario.


Tal y como explicamos en nuestro ebook Rica Mente, el dinero no es más que el resultado de tus pensamientos, es decir, tu mentalidad millonaria que te llevan a decisiones y posteriormente acciones. Si no te gusta el resultado, no busques causas exógenas y revísate.


¿Cómo hacerse rico? Trabaja de manera inteligente y más que lo demás. Adicionalmente utiliza tus recursos y ponlos a trabajar por ti: invierte tu dinero, invierte en personas que te pueden ayudarte y nunca dejes de probar con nuevas fuentes de ingresos.



7. La mejor manera de ayudar a los pobres es no siendo uno de ellos



Muchas personas critican a los millonarios y hasta argumentan que prefieren ser pobres y honrados, y no ricos avariciosos. Hablan desde su orilla del río generalizando que toda riqueza es mala, cuando la realidad es muy distinta.


El dinero, al igual que otros recursos, exterioriza lo que hay dentro de las personas. Hay cientos de miles de millonarios generando oportunidades de negocio, ayudando a personas y creando un mundo más equitativo.



8. La respuesta de cómo hacerse millonario la tiene quien ya lo logró



Si quieres ser millonario, rodéate de millonarios. Si quieres ser un inversionista exitoso, busca personas que sepan cómo invertir en bolsa exitosamente.


Eres el promedio de las personas con las que pasas la mayor parte de tu tiempo, así que, tal y como definimos en el punto 2, ten claras tus prioridades y comparte tu tiempo con personas que te ayuden a hacer realidad tus metas.


Asiste a eventos, cursos, charlas donde tengas la oportunidad de interactuar con millonarios o personas que han logrado tus objetivos.


Con estas personas podrás aprender valiosos consejos de qué hacer y qué no; sus experiencias son una fuente invaluable de conocimiento para tu proceso.



9. Deberás tener como mínimo tres fuentes de ingresos



Tu trabajo no te hará millonario, así te ganes cientos de miles de dólares al mes. Nada más imagínate qué sucedería si de un momento a otro te despiden de este maravilloso puesto.


Entre más fuentes de ingreso tengas, más asegurado está tu futuro financiero.


Los hombres más ricos del mundo no son empleados. Son emprendedores, inversionistas y personas con agallas para generar nuevas fuentes de ingreso; ellos buscan alternativas para ganar dinero por Internet, para invertir su dinero, buscar nuevos negocios y tomar riesgos calculados.

Pregúntate lo siguiente:

¿Si no pudieras volver a tu puesto de trabajo, cómo harías para ser millonario?


Invierte en negocios, emprende tu propia empresa, invierte en bolsa, realiza inversiones inmobiliarias, invierte en propiedad raíz, monetiza un hobby en tus tiempos libres, compra y revende productos, ofrece tus servicios, conocimientos y habilidades.


Alternativas hay muchas, es cuestión de ser recursivo y creativo. Por ejemplo, puedes publicar aquellos espacios que no utilizas en tu casa y ganar dinero con Airbnb. No se trata de grandes inversiones, sino de tener la mentalidad indicada.



10. Como ser millonario es algo que parte de tus pensamientos



Los pensamientos que albergas en tu mente son claves para lograr tus metas financieras. Si desde tu mente pones un techo a tus sueños, difícilmente tendrás una realidad que supere tus pensamientos.


Algunos pueden confundir tus pensamientos de ser millonario con avaricia, pero estos son los mismos que asumen que el dinero es la raíz de todos los males en el mundo.


Si hay algo claro es que estás personas jamás serán millonarias, ya que están estableciendo una relación negativa con el dinero y no están pensando como millonarios.



11. No pienses cómo ganar un millón de dólares, sino cómo ayudar a un millón de personas



La cantidad de dinero que acumules será equivalente a la cantidad de personas que impactes en tu vida.


Desde una perspectiva de negocios; no se trata de tomar mucho dinero a una misma persona, sino agregar valor a cientos de miles y cobrarles por el servicio o producto que ofreces.


Si lo piensas detenidamente, para llegar a un millón de clientes y responder tu pregunta de cómo ser millonario primero tendrás que abrir tu mente al mundo de posibilidades que tienes.


Comienza a pensar y generar ideas de cómo llegar a nuevas personas en diferentes mercados, no solo a nivel local. Aprovecha el potencial que te ofrecen las redes sociales para llegar a nuevas personas.

 

Un ejemplo de esto es la cantidad de aplicaciones para ganar dinero que existen. Hoy en día no tienes que abrir una empresa para llegar a cientos de clientes, lo único que necesitas es un computador.



12. Enfócate en hacer extremadamente bien una sola cosa



Saber de todo un poco te hará una persona interesante. Especializarte y dominar un tema en específico te abre grandes posibilidades de monetizar tu conocimiento y lograr tu meta financiera.


La excelencia tiene sus recompensas, no obstante, esta requiere de tiempo, inversión y constancia. Ahora bien, no solo se trata de ser bueno en algo, ya que deberás atar una meta este objetivo y encontrar una manera de vender dicha habilidad.



13. Agradece lo que has construido hasta hoy



Una de las claves para ser millonario es agradecer por lo que has construido hasta el momento. Si no te sientes agradecido por todo lo que tienes, ¿qué te hace pensar que más adelante, cuando tengas más, lo vas a estar?


Para lograr tus metas debes ser agradecido y confiar en tu proceso. Los objetivos no se consiguen de la noche a la mañana, y cada día representa un incremento en tus aprendizajes, conocimientos, habilidades que te acercarán a tu meta.


Además, cuando tienes una mentalidad de agradecimiento miras tu vida de una manera más positiva, no te enfocas en lo que ha salido mal sino en lo que has aprendido de estas dificultades.



14. Comparte tu visión de querer ser millonario con otras personas



Entre más personas estén trabajando por tu sueño, más fácil te resultará lograrlo. Cuéntale tus objetivos específicos a las personas más cercanas en tu vida; tus padres, hermanos, pareja, y amigos que pueden ayudarte.


Estas personas te preguntarán constantemente cómo vas con tu proceso, te pueden aconsejar, recomendarte recursos o herramientas que te pueden servir, o simplemente ser una voz de aliento que muchas veces es necesaria.


Debes ser cuidadoso con las personas que compartes tu visión de ser millonario, ya que la envidia, la falta de confianza en ti o las malas energías pueden jugar en tu contra. Sé selectivo con las personas que sumas a tu visión.



15. Invierte en libros que te inspiren y capaciten respecto al dinero



Los libros son herramientas necesarias, y obligatorias, a la hora de construir tu riqueza. Si no te gusta leer, olvídate de cómo ser millonario; estos son una fuente de conocimiento, ideas, perspectivas y motivación que ningún otro recurso puede darte.


Además, te enseñan el valor de la disciplina, a terminar lo que empiezas, a concentrarte, separar un espacio de tu día para educarte y muchos otros valores que son importantes a la hora de alcanzar la libertad financiera.


A continuación te presentamos 10 libros que te pueden ayudar en tu objetivo de ser millonario:


1. Piense y hágase rico

2. Los secretos de la mente millonaria

3. El millonario de la puerta de al lado

4. La transformación total de su dinero: Un plan efectivo para alcanzar bienestar económico

5. Pequeño cerdo capitalista

6. El hombre más rico de Babilonia

7. El arte de hacer dinero

8. El código del dinero

9. La regla de oro de los negocios

10. Un paseo aleatorio por Wall Street


No necesariamente tienen que ser libros físicos, ya que existen otros formatos igual de valiosos como lo son los audiolibros, Kindle y libros en PDF.



16. Aprende a vivir con el 70% de tus ingresos



Si quieres aprender cómo hacerse millonario es determinante que tus ingresos sean superiores a tus egresos.


En el primer punto mencionamos que dejando de comprar café no te harás rico, pero si llevas un estilo de vida mucho más costoso que los flujos que entran nunca serás millonario.


Acostúmbrate a vivir con el 70% de los ingresos y destina el 30% restante para invertir en tu futuro, esto te llevará a aprender cómo administrar tu dinero.


 

17. Establece un presupuesto de gastos, ingresos e inversiones



Las personas que tienen un presupuesto demuestran que tienen en control sus finanzas personales. Ellos saben cuánto dinero entra, cuánto dinero sale, cómo sale y cuando sale.


No obstante, no solo se trata de tener un presupuesto estático y no cumplirlo, ya que una hoja en Excel no te mejorará por sí sola tus finanzas.


Debes aprender cómo hacer un presupuesto personal, y cada mes ajustar los ítems, revisar qué estás cumpliendo, qué se está saliendo de los márgenes y a qué gastos debes ponerle cuidado.


De igual manera ten un presupuesto para tus inversiones, evalúa cuánto están rindiendo cada uno de ellas, las pérdidas y el balance neto.



18. Cuantifica tus metas y ponle una cifra a tu sueño de ser millonario



Muchas personas se preguntan cómo ser millonarios; sueñan con tener una gran fortuna, vivir sin preocupaciones financieras y llevar un estilo envidiable. Sin embargo, cuando les preguntas cuánto dinero piensan ganar este año, se quedan sin qué decir.

 

Querer ser millonario es un sueño muy ambiguo, es un objetivo que no es medible, realista, medido en el tiempo ni específico. Más bien ponle una cifra a tu sueño; ¿vas a ganar 25.000 dólares este año? ¿100.000 en 3 años? ¿1 millón de dólares en 7 años?


Ponerles un número a tus sueños te permite dividirlos cifras mensuales, semanales y diarias. Es mucho más fácil trabajar por los 50 dólares que debes ganar hoy, que en los 18.000 dólares anuales.



19. Emprende un negocio o invierte en uno



Tal y como mencionamos, los hombres más ricos del mundo son emprendedores exitosos, inversionistas o dueños de empresas.

 

Esto no quiere decir que renuncies a tu trabajo. La invitación es a que te apalanques en él para emprender tu negocio o para invertir en uno.


Ser millonario se trata de crear sistemas que no necesiten de tu presencia para funcionar. Cuando estás en un trabajo te pagan por las horas que pasas en una oficina, por tus resultados de 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde.


Cuando no estás, no habrá pago. Ahora bien, cuando emprendes y creas negocios rentables; puedes estar de vacaciones en la playa, viajando, en tu oficina o en tu casa, y la caja registradora seguirá moviéndose.


¿Por qué es clave que emprendas un negocio o inviertas en uno para ser millonario?


Porque tienes 24 horas cada día, y así estuvieras en capacidad de trabajarlas todas (algo imposible), tu tiempo es limitado. Así que, para ser millonario necesitas trabajar y que tu dinero también trabaje para ti. 



20. Depende de tus resultados, no de tu tiempo



Si quieres ser millonario siendo joven tendrás que tener resultados que otros ni siquiera han imaginado.


Para lograrlo, tendrás que basar tus ingresos en tus resultados y no en tiempo que te la pasas buscándolos. Mejor dicho, mídete por tus resultados, no por el tiempo que tardaste lográndolo.


Para hacerlo, construye negocios donde las ventas dependan de ti, no de los otros. Cierra negocios donde te paguen por los resultados, no por las horas que debas pasar sentado en un escritorio.


En definitiva, quedarte 20 años ganando el mismo salario estable, más unos cuantos incrementos al año, no te hará millonario.



21. El camino es mucho más valioso que el destino



La mayoría de los millonarios te dirán que no se trata tanto de ganar dinero, sino de crecer como persona junto con tu negocio, hasta el punto en que seas capaz de ganar dinero.


Esto quiere decir que no solo se trata de ser millonario como tal, sino de aprender todas las habilidades, conocimientos y relaciones que son necesarias para convertirte en millonario.


Es por esta razón que las personas que ganan la lotería terminan siendo más pobres que en un comienzo, ya que no se trata de tener mucho dinero, sino de saber administrarlo, hacerlo crecer y que trabaje sin tu presencia.


 

22. Consigue un mentor que te guíe en tu proceso de construcción de riqueza



Uno de los factores comunes que tienen los millonarios y las personas exitosas es que tuvieron un mentor a lo largo del camino.


Busca a alguien a quien admires (alguien que esté en el lugar que tu deseas estar) y pídeles que te guíen y ayuden para mejorar quien eres y quien quieres llegar a ser.


Con su asesoramiento aprenderás la mejor manera de hacer lo que te gusta, te sentirás retado y más preparado para ser exitoso. Te ayudarán a evitar errores que ellos cometieron, compartir contigo su experiencia y más importante, tendrás el acompañamiento de alguien que sabe cómo ganar dinero.



23. Enfócate en eliminar tus deudas



Tal y como explicamos en el punto cuarto, las deudas para los millonarios representan un apalancamiento financiero para seguir construyendo riqueza. Es decir, ellos generan ingresos a partir de sus deudas.


Si en tu caso tienes deudas que no generan ingresos, sino que son consecuencia de tu estilo de vida; debes tu auto, tienes deudas con tu tarjeta de crédito o tienes un préstamo que utilizaste para irte de vacaciones, lo primero que deberás hacer es enfocarte en saldar estos compromisos.


Aunque no lo creas, muchos millonarios optan por un estilo de vida minimalista, donde su éxito y propósito no lo atan a la cantidad de cosas que tienen, sino a su calidad de vida, al tiempo que disfrutan con su familia y amigos, y a la cantidad de personas que impactan con su trabajo.



24. Ser millonario no te hará feliz, y eso está bien



Si bien el dinero no te hará feliz, y no puedes atar tu felicidad a la cantidad de dinero que tienes, este recurso si te será de gran ayuda.


Por ejemplo, el dinero puede comprarte la libertad para hacer las cosas que sí te hacen feliz; y la verdadera felicidad llega cuando pasas tu tiempo y días ocupándote haciendo lo que te apasiona.


Hay gente rica que es increíblemente infeliz, y gente pobre feliz con lo que tiene. El punto es que es posible aprender cómo ser feliz en este preciso momento mientras estás construyendo tu riqueza.

 

No permitas que tus objetivos te priven de disfrutar el proceso y el momento actual en el que te encuentras.



25. Comienza hoy



Finalmente comienza. Todas estas ideas y pasos que responden a tu pregunta de cómo ser millonario no tienen sentido, a menos de que tomes la decisión y emprendas hoy la vida millonaria de tus sueños.


No seas como la mayoría que se preguntan cómo hacerse ricas, pero se quedan ahí… Soñando, pensando e imaginando.


La única manera de cambiar tu situación actual es actuando diferente. Si no te sientes a gusto con tu presente, actúa diferente y tu futuro cambiará. No hay otra manera.

Construir casa "CERO EMISIONES" / "0-Emisiones"


El cambio climático es ya un tema serio para los dirigentes de todo el mundo, y se esta legislando fuertemente en contra de los causantes, como los vehículos de combustión, la climatización o industria alimentaria, entre otros


En materia de edificación, las viviendas “CERO EMISIONES” (lo ponemos con comillas) están llamando mucho la atención. 

Pero, ¿Es posible construir una vivienda cero emisiones?

No, no se puede construir una vivienda que no tenga emisiones de carbono, aunque se nos aliente a pensar en eso y que sea el objetivo último. Sí se puede, en cambio, diseñar una vivienda “cero emisiones” locales de carbono. Es decir, que no emita CO, CO2, NO… a nivel local, en su ciudad. Y el motivo está en que las emisiones de gases de efecto invernadero, o las emisiones de CO2 equivalente (CO2Eq), siempre existen en una construcción y operación de un edificio.

En muchas ocasiones nos olvidamos del concepto de «externalidades«, ese coste oculto que aparece en algún otro lugar (generalmente lejos) pero del que no puede prescindir nuestro proyecto.

Imaginemos una vivienda con una eficiencia altísima, la mayor en la que podamos encontrar. Una eficiencia totalmente irreal del 100%. Eso significa que cada vatio eléctrico que llega a esta vivienda desde un molino de viento altamente eficiente se transforma, por ejemplo, en un vatio de energía térmica para calefacción en una relación 1:1. Por supuesto, algo así no existe, pero supongamos por un momento que sí.

Eso quiere decir que las emisiones del consumo de la vivienda son nulas, pero… ¿Y las emisiones de construir la casa? ¿Y las emisiones necesarias para aislarla, hacer su mantenimiento, reparar las roturas, los muebles…? ¿En qué cuenta de CO2 imputamos las emisiones que cuesta nivelar el terreno del aerogenerador altamente eficiente, o la fauna y flora desplazada en el tendido eléctrico que une ambos puntos?

El CO2Eq es una unidad ficticia de referencia para ayudarnos a medir este tipo de costes. Por ejemplo, las placas solares no liberan CO2, pero el silicio ha de haber sido extraído de una mina, y lo mismo ocurre con el litio de un vehículo eléctrico. Aunque formalmente no emitan CO2, podemos transformar a CO2Eq y medir cuánto han contaminado. Otras maneras de medir una externalidad pueden ser mediante la huella ecológica o la energía perdida entre la energía total consumida.

Las externalidades están ahí, y hay que incluirlas en el cálculo de las emisiones de algún modo. A estas se suman todas las pérdidas en cada proceso: pérdidas energéticas por transformación de alta a baja tensión, pérdidas energéticas a través de la envolvente, pérdidas debido a la in-eficiencia de los electrodomésticos…

LAS PASSIVE HOUSES, EL MODELO DE HOGAR DEL FUTURO QUE TODAVÍA ES UN ESTÁNDAR

Todas las viviendas pierden energía. Todas calientan la atmósfera en su uso y liberan gases de efecto invernadero. Pero algunas lo hacen más que otras, aprovechando peor la energía, y causando un mayor impacto en el medioambiente. Al otro lado se encuentran las viviendas más sostenibles, con etiquetas energéticas A+++, como las Passive Houses.

Las viviendas pasivas o Passive Houses vienen reguladas por la iPHA (Asociación Internacional de la Vivienda Pasiva, por sus siglas en inglés), y tienen criterios muy severos y rígidos sobre consumos, emisiones y eficiencia. Por ejemplo, estas viviendas no pueden tener más consumo en calefacción anual que 15 kWh/año·m2 (se duplica la cifra para refrigeración), y 120 kWh/año para el uso doméstico como pueda ser el agua caliente sanitaria, los electrodomésticos, la televisión…

Estas cifras están muy alejadas de las instalaciones actuales, aunque son el objetivo a muy largo plazo, y se miden a través de la etiqueta europea de eficiencia energética. Al igual que la de los electrodomésticos, el etiquetado energético de los edificios da información sobre el consumo de energía anual (kWh/m2·año) así como sobre el consumo de CO2 anual (kgCO2/m2·año).

No existen cifras fijas a partir de las cuales una vivienda pasa a ser A, B o C, ya que este etiquetado es relativo. Una vivienda que hace años tuviese una B y que volviese a etiquetar su vivienda podría obtener una C para el mismo consumo, ya que la etiqueta se usa a modo de comparador con la media del consumo.

Aunque deseables, las Passive Houses se encuentran a muchas décadas por delante, con consumos muy por debajo de lo que es común, especialmente en países dependientes del carbón, gas natural, biocombustibles y centrales térmicas, en ese orden.

Nueva York, con el paquete de medidas que anunciaba di Blasio, será hacia 2030 más eficiente de lo que es hoy día. Es una ciudad de referencia, y aunque en Europa este tipo de medidas es común (como nuestra etiqueta), todavía una importante parte del mundo ha de perseguir el bajo impacto ambiental.







lunes, 18 de julio de 2022

Utilidad en proyectos de construcción



Determinar el margen de utilidad en obras de construcción puede ser difícil, ya que muchas de las cifras que se usan van a cambiar regularmente. Sin embargo, calcular un porcentaje de margen de utilidad es la única forma en que se puede estar seguro de poder cubrir los gastos y obtener ganancias en el trabajo de construcción o remodelación.


Por ello, cada año, es importante tomar un tiempo para decidir las metas de ganancias bruta y netas que se desea obtener. Para determinar eso, es indispensable conocer el valor neto de la empresa constructora, revisar los gastos generales proyectados para el próximo año, y proyectar los riesgos que se corren para operar el negocio.


El mito de usar porcentajes para la utilidad


Debido a que normalmente cuando se establece la utilidad en un presupuesto, se usan porcentajes sobre el costo del proyecto, se cree erróneamente que la forma de establecerlo también debe de ser por medio de porcentajes. Entonces es típico que el analista de precios al terminar su presupuesto le pregunte al director de la empresa “oiga jefe, ¿cuánto le ponemos de margen de utilidad?” y este le diga “pues ponle un x% como siempre”.


Hacer esto es un gran error pues en realidad la empresa debe de establecer un monto específico de ganancia esperada o buscada en el periodo (normalmente el año) y conforme va haciendo trabajos ir asignando parte de este monto a cada obra y proyecto. Es así que el porcentaje siempre será diferente y no exclusivamente como una estrategia para mejorar el precio, sino por una combinación de muchos factores, algunos de los cuales veremos a continuación.

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¿Por donde iniciar a estimar la ganancia o utilidad que se puede cobrar?


Para darse una idea de cuánto se debería de ganar hay que verlo así; si el día de hoy vendieras todos los activos de tu empresa (propiedades, equipos, bienes), ese dinero y lo que tienes en cuentas bancarias lo pusieras en un fondo de inversión (sin riesgo) se estaría ganando una determinada cantidad (según la tasa de interés un 6.5% anual en cetes en abril 2022).


Usar ese mismo porcentaje es muy poco para una constructora, si se considera que el aporte del constructor incluye bienes intangibles como la experiencia y conocimientos (Know How) acumulados por años de trabajo y estudio. Además el emprendimiento de una empresa, en especial en la industria de la construcción, tiene un alto grado de riesgo comparado con el de una inversión en cetes y por ello se debe de pedir un premio (un interés) mayor que lo que puede dar una inversión en cetes.


Entonces cada año hay que determinar cuánto se quiere ganar considerando todo lo que se invierte en la empresa, la situación del mercado y de la economía, etc.


Calcular la utilidad basada en los gastos de la empresa


El método anterior es muy útil para darnos una perspectiva de cuánto se puede ganar con los bienes de la empresa. Pero no sirve mucho cuando la empresa no tiene bienes pero sí una gran cantidad de operación, como suele suceder con las constructoras, que cobran y gastan constantemente por la operación de las obras y proyectos, por lo tanto no tienen bienes pero hacen un manejo de altas cantidades de dinero.


Entonces se puede usar otro método para determinar la utilidad esperada basada en “la administración” de estos recursos. A continuación explicaremos como hacerlo, pero primero aclaremos varios conceptos que se deben entender: gastos de trabajo, gastos generales,


Diferencia entre gastos de trabajo y gastos generales


Cuando los estimadores preparan una oferta para una obra o proyecto, observan los costos directos necesarios para completar el proyecto. También necesitan revisar los sobrecostos (gastos adicionales), entre los que están los gastos indirectos (oficina central y de campo) y las ganancias de los proyectos.


Los gastos de trabajo son mano de obra, materiales, herramienta, equipo, maquinaria y todos los demás costos asociados en la ejecución de una obra o proyecto, como el transporte de los mismos al sitio de la obra, mermas y desperdicios.


Gastos generales es lo que cuesta operar las obras y su negocio. Estos costos son la renta, el personal de apoyo, los seguros, las herramientas, la contabilidad, los costos legales, los salarios del propietario (y personal administrativo), los pagos de la deuda y otros costos asociados con la operación del negocio.


Para determinar el margen de utilidad usaremos los costos directos de todas las obras y los usaremos como gastos de trabajo. Los costos indirectos los usaremos como gastos generales. Las ganancias son lo que queda una vez que se restan los gastos de trabajo y gastos generales a los ingresos (o ventas).


Un error común es creer que por tener suficiente dinero para cubrir los gastos se está ganando dinero. No, solo cuando el capital y bienes de la empresa crecen es cuando se está ganando dinero. Claro excepto cuando se hace un reparto de utilidades entre los accionistas o se hace una inversión cuyos beneficios se verán a mediano o largo plazo.


El beneficio económico es lo que permite que una empresa crezca y realice inversiones en sí misma. Las ganancias también pueden actuar como un fondo de emergencia.


Sin un margen de ganancia, un negocio estará en problemas en muy poco tiempo.


Antes de calcular el porcentaje de margen de utilidad correspondiente a su negocio como contratista, constructor o remodelador, usted debe conocer:


1. El total de gastos de operación estimados para el año

2. El total de ingresos previstos para el año (usando el año anterior como referencia)

3. El monto de ganancias que usted desea obtener sobre dicho total de ingresos


Margen de Utilidad


Para asegurar el éxito como contratista, se debe proponer precios que cubran los gastos de trabajo (de mano de obra, materiales y gastos generales de trabajo de todas las obras), gastos generales de operación y que aún permitan obtener buenas ganancias.


Debe evitar poner un margen de utilidad demasiado alto y arriesgarse a perder un trabajo, pero tampoco puede estar trabajando gratuitamente porque no se cobró lo suficiente.


Al determinar el margen de utilidad, puede aplicarlo a sus presupuestos y estimaciones como un factor de sobrecosto a fin de determinar el precio de venta adecuado.


Los gastos de operación para este ejercicio son los gastos indirectos relacionados con la actividad del negocio, pero que no pueden catalogarse como un trabajo específico para una obra o el proyecto. Si un gasto es específico y se ve reflejado directamente en la obra o el proyecto, debe cargarse a un concepto de trabajo en el estimado o presupuesto de su proyecto u obra, y para este ejercicio es un gasto de trabajo, del mismo modo que los materiales o la mano de obra.


Hay que dividir los gastos de operación en dos categorías: fijos y variables (no hay que confundir la clasificación en costos indirectos de oficina central y de obra de un trabajo específico). Algunos ejemplos de gastos generales fijos son el alquiler, los gastos de servicios públicos, los salarios de empleados de oficina, los cargos anuales para licencias, las primas de seguro y cualquier otro gasto regular.


Los gastos de operación variables son los gastos de supervisión de proyectos, las compras de herramientas y equipo, así como los bonos o comisiones de venta; es decir, gastos que varían según el volumen de trabajo. Muchas veces estos gastos se asocian con los costos indirectos en obra, pero en este momento no se divide por obra, es en general para toda la operación de la empresa incluidas obras y proyectos.


Se deben de plasmar estos gastos de la manera más exacta posible. Si se ha estado operando por algún tiempo, se puede usar los gastos históricos para obtener una cifra más exacta de sus gastos generales anuales.


En el gráfico aparecen los valores y categorías típicos de gastos generales. Deben de ser utilizados como guía para calcular sus gastos generales aproximados y debe asegúrese de incluirlo todo. (Nota: Cada tipo de contratista tiene diferentes gastos generales, por lo que cada uno deberá ajustar las partidas de manera que correspondan con sus gastos profesionales).


En el gráfico puede verse que esta compañía tuvo ventas de $1 millón en el año anterior, gastos generales fijos de $170,500 (un 17% de las ventas) y gastos generales variables de $99,500 (casi un 10% de las ventas).


Para determinar un margen de utilidad en trabajos de construcción, se calcule su volumen de ventas o ingresos para el año próximo (Con ventas nos referimos a obras y proyectos conseguidos).


En este ejemplo utilizaremos un volumen estimado de ventas de $1,250,000. Posteriormente, se determina el monto de ganancias que se quiere obtener de dicho volumen. En este ejemplo utilizaremos una ganancia del 6%.


Por último, utilizando los gastos históricos (o estimados) correspondientes a los gastos generales fijos y variables del año anterior, así como la ganancia que se quieren obtener, podemos calcular un porcentaje de margen de utilidad exacto:


Gastos generales fijos = $170,500

Gastos generales variables = ($1,250,000 x 10%) o $125,000

Ganancia = ($1,250,000 x 6%) o $75.000

Total de gastos de trabajo = $370,500

Deduzca este total de su volumen estimado de ventas

$1,250,000 – $370,500 = $879,500

Su margen de utilidad se determina dividiendo el volumen total de ventas entre el total de gastos de trabajo

$1,250,000/$879,500 = 1.42 o 42%


En otras palabras en este ejemplo, si se calcula con exactitud sus gastos de trabajo y aplica un margen de utilidad, del 42%, deberá cubrir sus gastos de trabajo y gastos generales, y aún alcanzar su meta de ganancias.


Desde luego que las cifras cambiarán si no logra alcanzar su volumen de ventas (obras y proyectos) para el año. Por ello se debe asegurar de revisar el volumen de ventas y gastos reales al finalizar cada trimestre, de manera que se pueda ajustar el margen de utilidad conforme al desempeño real de la compañía.


Diferentes métodos para determinar el margen de utilidad


Esta forma de determinar el margen de utilidad se llama método "uniforme" o "global", y aunque facilita el cálculo, es posible que no ofrezca suficiente flexibilidad para todos los negocios. Hay que recordar lo que comentamos al principio del artículo, no es buena idea usar un porcentaje que se copia y pega en todos los presupuestos. Para entender esto imaginemos que se tienen dos obras en las que el precio final es el mismo, 1 millón de pesos, la diferencia es que en la primera obra se gastarán 90% en mano de obra y en la segunda sólo el 10%. Con esta información se podrá entender que no sería justo ganar lo mismo en ambas obras, una requerirá más control y tendrá más riesgo que la otra.


Entonces hay que considerar los números obtenidos hasta el momento para darnos idea de la utilidad que deberiamos de cobrar, pero también hay que usar otros métodos para determinar el margen de utilidad más adecuados:


1. Margen de utilidad diferencial: Es el que utilizan la mayoría de los contratistas generales, y consiste en determinar el margen de utilidad de diferentes categorías de gastos de forma individual. Con este método, a cada categoría de gastos estimados de mano de obra, materiales, maquinaria y trabajo subcontratado se le asignaría un método diferente para determinar el margen de utilidad, esto es así debido a que no es lo mismo administrar mano de obra, que administrar maquinaria, cada tipo de categoría tiene un riesgo y carga diferente por lo tanto deben de tener una utilidad diferente. El total agregado de todos los márgenes de utilidad obtenidos deberá ser el total de sus ganancias y gastos generales estimados.


2. Margen de utilidad de mano de obra: Lo utilizan las compañías que suministran principalmente mano de obra, y que no suelen subcontratar el trabajo. Por ejemplo, si usted contrata cuatro obreros calificados por 2,000 horas al año, o un total de 8,000 horas, y necesita obtener una ganancia bruta de $200,000 (gastos generales + ganancia neta), deberá añadir $25 adicionales por hora, por encima de sus gastos reales de mano de obra por hora correspondientes a todas las horas trabajadas ($200,000/8,000 = $25).


Independientemente del método que se utilice para determinar el margen de utilidad, todo propietario de una empresa, chica o grande, deberá tener muy en cuenta las ventajas de revisar periódicamente sus gastos generales.


Cómo negociar su margen de utilidad en trabajos de construcción y remodelación


Hacer descuentos al precio calculado con tal de obtener una obra o proyecto es arriesgado ya que el margen de utilidad es engañoso y en un descuido se puede descontar más de lo que se gana.


Por ejemplo, si usted calculó en su estimación que realizar una obra le costará 10 millones de pesos y con un 20% de margen de utilidad cubriría sus objetivos de ganancias, usted tendría que cobrar a su cliente 12 millones de pesos. Imagínese que en la negociación le parece razonable hacerle un descuento al cliente de 10% para cerrar el trato, supone que eso lo dejará con una ganancia de 10%, pero no es así. Si usted descuenta 10% de 12 millones le da 10.8 millones, es decir su ganancia se reduciría a 0.8%, quiere decir que en lugar de ganar 2 millones de pesos tan solo ganaría 800 mil pesos.


Por eso es importante que no reduzca su margen de utilidad en trabajos de construcción por creer que sabe lo que el propietario quiere gastar, o lo que otros contratistas están cobrando por un trabajo similar. En vez de ello, trate de negociar qué es lo que va a hacer, cómo lo va a hacer y cuándo lo va a hacer, no la cantidad que usted va a cobrar. Su precio de venta deberá basarse en el cálculo de sus metas de ganancias, sus gastos generales y categorías de gastos. Si usted reduce el margen de utilidad en trabajos de construcción, va a perder dinero directamente de su bolsillo y se encontrará intentando recuperarlo en otros proyectos.


La productividad y los márgenes de utilidad


Para la consultora internacional McKinsey & Company, la baja productividad en la industria de la construcción limita los márgenes de utilidad.


Los bajos márgenes de ganancia dificultan la inversión en capacitación e investigación y desarrollo, lo que a su vez significa que la industria no ha adoptado la innovación y los métodos modernos de construcción que podrían mejorar la productividad.


Algunas empresas de construcción experimentan con nuevas técnicas, como la impresión 3D y la automatización, pero en general, el sector es reacio a gastar dinero en el tipo de tecnologías que han revolucionado otras industrias.


En su reporte de 2017, “Reinventando la construcción a través de una revolución de la productividad”, McKinsey afirma que a nivel mundial, “el crecimiento de la productividad laboral en la construcción ha promediado solo el 1% anual en las últimas dos décadas, en comparación con el crecimiento del 2.8% para la economía mundial total y 3.6% en el caso de la fabricación”.


“El comercio de la construcción vale $ 10 billones cada año, o el 13% de la producción mundial. Si su crecimiento de la productividad hubiera igualado al de la manufactura en los últimos 20 años, el mundo ganaría $ 1.6 billones más cada año”.


Para McKinsey, que la construcción sea uno de los sectores menos digitalizados del mundo, refleja la baja productividad y por ende, menores ganancias





Si no se conocen los costos, no puede haber ganancias. Recomendamos

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